Una de las cuestiones planteadas en la charla-coloquio de inauguración fue ésta: ¿Cómo podemos cambiar nuestras creencias?
Lo primero es darnos cuenta de ellas.
Hay ocasiones en las que actuamos automáticamente, por inercia, sin plantearnos por qué lo hacemos y sin cuestionar si eso nos conviene o no. Pero si efectivamente hemos identificado este pensamiento, debemos pasar a la acción.
Simplemente actuar. Actúa y después piensa.
Por ejemplo; me he dado cuenta que tengo un pensamiento de carencia, o que mi situación económica no es buena, o que estoy siendo más comedido con el dinero "por si acaso ocurre algo" ya que todo está tan mal (otra creencia limitadora)...y te encuentras un amigo que te pide dinero.. Tienes dinero para dejarle y tu primer impulso es darle 100, pero te acuerdas de tus creencias, entonces rebajas a 25.
¿Cuál sería la actitud que podría empezar a cambiar tu creencia? Dale directamente 100 y después lo piensas.
Comienza entonces a sentir: ¿cómo estoy? ¿me hace sentir mejor el hecho de ser generoso?
Este es sólo un ejemplo.
Descubre tus creencias y actúa. Practica unos días...
2 comentarios:
Adela, gracias por iniciarnos -pasito a pasito-en este nuevo camino..proporcionándonos las herramientas necesarias para liberarnos de esas carencias que tanto nos limitan...
Hola May, gracias por escribir.
El inconsciente a veces nos avisa sin darnos cuenta. Has escrito "carencias" en lugar de creencias y lejos de ser un error, puedes verlo como una bendición. Como un aviso.
Si siento "carencia limitadora" es que no estamos aprovechando los infinitos recursos que la vida nos aporta y que pone a nuestro alcance.
La pregunta sería: ¿qué me impide acceder a esos recursos? ¿qué me frena dentro de mi?¿por qué no me permito desarrollar las condiciones necesarias para acceder a todo lo que me gustaría disfrutar en mi vida?
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